viernes, 6 de noviembre de 2015

Escultura en arcilla - El Quijote ¿es posible encontrar un ideal en lo real?

 
Don Quijote de la Mancha es una novela escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra. Publicada su primera parte con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de 1605, es la obra más destacada de la literatura española y universal, además de ser la más publicada y traducida de la historia después de la Biblia.
 
Su segunda parte apareció en 1615 con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
 
Es la primera obra genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortés por su tratamiento burlesco. Representa la primera novela moderna y la primera polifónica; como tal, ejerció un enorme influjo en toda la narrativa europea.
 
Don Quijote no es uno, sino dos libros difíciles de reducir a una unidad de sentido. El loco de 1605, con su celada de cartón y sus patochadas, causa más risa que suspiros, pero el sensato anciano de 1615, perplejo ante los engaños que todos urden en su contra, exige al lector trascender el significado de sus palabras y aventuras mucho más allá de la comicidad primaria de palos y chocarrerías.
 
 
  
 
La riqueza temática de la obra es tal que, en sí misma, resulta inagotable. Supone una reescritura, recreación o cosmovisión especular del mundo en su época.
 
El tema de la obra gira en torno a si es posible encontrar un ideal en lo real. Este tema principal está estrechamente ligado con un concepto ético, el de la libertad en la vida humana; Cervantes estuvo preso en Argel tratando de escapar varias veces y luchó por la libertad de Europa frente al Imperio Otomano. ¿A qué debe atenerse el hombre sobre la realidad? ¿Qué idea puede hacerse de ella mediante el ejercicio de la libertad? ¿Podemos cambiar el mundo o el mundo nos cambia a nosotros? ¿Qué es lo más cuerdo o lo menos loco? ¿Es moral intentar cambiar el mundo? ¿Son posibles los héroes?
 
De esta temática principal, estrechamente ligada al tema erasmiano de la locura y al tan barroco de la apariencia y la realidad, derivan otros secundarios:
 
El ideal literario: el tema de la crítica literaria es constante a lo largo de toda la obra de Cervantes.
 
El ideal de amor: La pareja principal (Don Quijote y Dulcinea) no llega a darse, es por eso que aparecen diferentes historias de amor, algunas desgraciadas por concepciones de vida rigurosamente ligadas a la libertad o por una inseguridad patológica y aquellas que se concretan felizmente. También aparece el tema de los celos, muy importante en Cervantes.
 
El ideal político: aparece el tema de la utopía en fragmentos como el gobierno de Sancho en la ínsula Barataria, las ensoñaciones quiméricas de don Quijote en la cueva de Montesinos y otros.
 
y finalmente el ideal de justicia.
 
 (Realizado por el Maestro Artesano Juan Rafael (Rafito) Guzmán Soto)
 
Fuente de información:

El proceso de la quemada - Horno eléctrico para cerámica

El proceso de la quemada es uno sumamente cuidadoso. Antes de ser llevadas las piezas al horno deben estar completamente secas. Cualquier acumulación de humedad puede resultar en que la pieza de cerámica estalle en el horno durante la quemada. Cuando quemamos las piezas en crudo estas pueden estar unidas unas con otras, pero de lo contrario cuando quemamos las piezas con esmalte (glaze) estas no pueden tocarse, tampoco deben tener dicho esmalte en sus bases.

 

Esto puede, ¡no…! esto hará que durante el proceso queden soldadas entre si, el piso del horno o las tablillas. Sabiendo esto debe tener en cuenta que tanto el fondo o piso del horno, así como las tablillas deben ser tratadas con una mezcla especial conocida como kilm wash, el cual viene en polvo y se mezcla con agua para crear una pasta ligera que aplicaremos con una brocha. Esto sirve para evitar que algún poco de esmalte vaya a pegarse a dichas superficies, también le da durabilidad a su equipo. 

Importante: Antes de colocar cualquier pieza dentro del horno (en este caso uno eléctrico) debe proceder a poner el cono pirométrico que corresponda a cada quemada. Para barro o arcilla de baja temperatura un cono 04 es ideal, una vez esmaltada la pieza debe seguir las instrucciones de cada esmalte contenida en la etiqueta del manufacturero.
 

También debe hacer un estudio mental de las piezas y el espacio para disponer de ellas, y así aprovechar el espacio, ubicar tablillas y postes (los postes se utilizan para darle elevación a las tablillas).

Una vez llenado el horno con todos esos trabajos que con mucho esmero hemos hecho, comenzamos encendiendo el horno. En esta etapa el horno debe estar totalmente abierto para que en este calentamiento vaya evaporándose la humedad restante que pueda quedar en las piezas. Recuerde nuestros trabajos en arcilla TIENEN QUE ESTAR TOTALMENTE SECOS.
 
Según vaya aumentando el calor en el horno vamos a ir cerrando la tapa. Use guantes que aíslen el calor. Regularmente este procedimiento dura  entre una a dos horas. Cuando cerramos total mente la tapa esta no puede abrirse por ninguna razón porque la entrada de aire puede destruir nuestros trabajos. También deben regirse por las buenas prácticas de seguridad ya que los exteriores  del horno se calentarán. Tampoco permita niños o mascotas en los alrededores. Estos hornos tienen un agujero de observación; en mi caso particular yo lo cierro diez o quince minutos después de haber cerrado la tapa, por ellos puede ver la intensidad del calor en las piezas de barro o arcilla que se tornan en un color naranja radiante. En ningún momento acerque sus ojos a este agujero porque el daño puede ser irreparable.


Ya que hemos cerrado el horno, solo resta esperar a que este haga su trabajo. Los conos pirométricos determinan el tiempo y calor dentro del horno. Pero sobre todo ofrezco el trabajo al Divino Creador, a Dios que sea el que decida y adjudique el resultado. Pasadas unas tres horas aproximadamente escuchamos el peculiar ruido cuando el horno tumba. ¡Ya!..la corriente se corta pero todavía debemos esperar. Tenemos que ser pacientes a que el horno se enfríe natural y paulatinamente. Luego de unas ocho a doce horas podemos poner con cuidado la mano sobre la tapa, si sentimos que ya ha enfriado entonces de a poco vamos a ir subiendo la tapa. Primero una rejilla, luego incrementamos, pero mucho cuidado todavía puede haber vapor dentro del equipo, también una corriente de aire puede dañar nuestros trabajos.
 
 Una vez abierto por completo, “Gracias Señor”, comenzamos a vaciar el horno (recomendamos guantes) y de ahí en adelante a gozar de nuestros trabajos, pintarlos o esmaltarlos y presentarlos. ¡Que lo disfrutes!